La Tierra, año 2185.

Han pasado 130 años desde que el cielo ardió. El espacio, manto espeso e infinito, volvió su ojo azabache sobre nosotros y nos llamó en su lengua nativa, el caos y la destrucción.

Nadie sabe con exactitud lo que ocurrió, pero las crónicas cuentan que la noche desapareció y la luz se transformó en muerte. Los mares se secaban o avanzaban sin piedad. La tierra abrió su gran boca, y nos enseñó los dientes. Colmillos rosados directos desde el corazón de nuestro hogar. Rocas bastas y pulidas del color de nuestra destrucción, y nuestra esperanza.

Nuestra inevitable extinción trajo consigo un regalo envenenado que aprendimos a templar con nuestra propia vida. El Holfraine nos aplastó, pero no pudo con nuestra naturaleza y la humanidad consiguió domar a la bestia.

Las regiones supervivientes no tuvieron más remedio que apretar los dientes y renunciar a sus diferencias. Unidos en una sola nación, unidos como eslabones, fuertes, robustos e irrompibles. La Cadena nació para sostener con seguridad y firmeza del planeta que casi nos es arrebatado.

La humanidad, lejos de estar arrinconada, se expande como un virus. Las poderosas corporaciones terráqueas, sustento de nuestra nueva civilización, buscan el ansiado mineral por los sectores cercanos a nuestra galaxia.  Su única misión: encontrar nuevas betas de Holfraine y aplastar a cualquiera que se ponga en su camino. Su fiel herramienta: Los BLACK EYES TROOPERS, un cuerpo gubernamental asociado formado por ex militares, mercenarios y guerrilleros libres.

Dentro del territorio de La Cadena deben cumplir la ley, fuera de él, todo está permitido, TODO.

Sin embargo, no todas las corporaciones son tan poderosas ni pueden costearse extracciones enormes de mineral. Pequeñas colonias mineras y nómadas también necesitan el Holfraine para sobrevivir, alejadas de la férrea y enguantada mano de LA CADENA. Para ello pueden contratar a pequeños grupos de contrabandistas o piratas, llamados comúnmente: “La Resistencia”.

Con menos medios que los BET, se valen de su pericia y valentía para conseguir el mineral, ya sea interceptando comunicaciones gubernamentales para adelantarse a posibles minas o luchando por ellas en el campo de batalla.

En el sector 7-Delta del cinturón de Taranis se encuentra Daudalus, pequeño errante terraformado para la extracción del mineral. Está agotado en todo el cuadrante y las betas restantes son de vital importancia.

Bañado en arena y salpicado de roca, el planeta se sitúa fuera de los límites de La Cadena. Según los últimos scanners realizados por las sondas 7, 10 y 30 del segundo grupo, contiene una gran concentración de cristales de Holfraine de pureza superior a la media.

En contrapartida, han detectado señales de vida extraña, por lo que la presencia de Insectizoides o GRIMMS es más que probable.